El Gobierno está a punto de aprobar definitivamente el surgimiento de una empresa que dominará en forma monopólica la prestación de los servicios de internet y de TV por cable, ante lo que el Consejo Nacional de Defensa de la Competencia debe fijar posición en los primeros días de abril. Se descuenta que considerará que no hay monopolio.
El Gobierno está a punto de aprobar definitivamente la fusión de Cablevisión con Telecom, con lo que permitirá el surgimiento de una empresa que dominará en forma monopólica la prestación de los servicios de internet y de TV por cable.
El Consejo Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), un ente que depende del Poder Ejecutivo, debe dar a conocer su posición en los primeros días de abril. Se descuenta que ratificará las anteriores decisiones del gobierno que han impulsado esta fusión, y que considerará que no hay monopolio. Si bien se trata de un dictamen no vinculante, es el último paso formal requerido para que la fusión sea plenamente legal.
La unión de Cablevisión y Telecom dominará la mitad de la provisión de internet y de TV por cable del país. En Rosario, Córdoba, Tucumán, Salta y el resto de las capitales de provincia del norte de la Nación, al igual que en la mitad de Capital Federal y Gran Buenos Aires, el control de estos dos servicios por parte de Cablevision Holding (CVH) será apabullante.
Aunque no está dicha aún la última palabra oficial, la fusión ya se aplica en los hechos con los consumidores, los que reciben las facturas de Cablevisión con los datos legales de Telecom.
Los trabajadores de ambas empresas también sienten en sus condiciones laborales las consecuencias de la fusión. Para CVH hay una oportunidad de ajuste porque el 30% de los puestos de trabajo se “pisan”.
En ese sentido, los trabajadores de prensa sabemos lo que significa la política antisindical del Grupo Clarín: despidió a todos los delegados de prensa de la comisión interna del diario Clarín en el año 2000 junto con otros 100 compañeros; impidió durante más de 12 años la elección de nuevos delegados, tanto en el diario como en el Canal 13-TN; violó durante años los convenios y estatutos vigentes; despidió a los trabajadores de la planta impresora de AGR para poder mudar sus máquinas y producir con nuevos empleados precarizados.
Este historial que ostenta la empresa nos hace temer que su nuevo fortalecimiento sea usado para golpear con más fuerza a sus trabajadores, con más precarización y flexibilización laboral.
También implicará la posibilidad de un mayor control en la elaboración de los contenidos periodísticos, lo que atentará contra el derecho de la población a la información y la libertad de prensa, que en los medios periodísticos está concentrada en la libertad de pensamiento del trabajador de prensa, tal como lo expresa el Estatuto del Periodista.
Por todo esto, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires –Sipreba- respalda el proyecto de ley que plantea la suspensión de la fusión y la derogación de los decretos previos que le allanaron el camino al eliminar las restricciones que imponía la Ley de Medios.
El Sipreba convoca a la concentración en la puerta de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, Reconquista 46, el próximo jueves 5 a las 17.