¿Por qué un manual para la organización gremial en Prensa?
El delegado y la delegada como corazón del sindicato
En el SiPreBA, las comisiones internas, los delegados y las delegadas, son el corazón del sindicato. Sin comisiones internas fuertes, que sean respaldadas por sus asambleas y tengan un vínculo permanente con sus compañeros y compañeras es imposible plantearnos llevar adelante cualquier demanda, revertir la grave situación salarial o mejorar las condiciones laborales.
Somos conscientes que estamos en una situación crítica de nuestra actividad a nivel estructural, no sólo en nuestro país sino en todo el mundo. En Argentina, además, se suma un derrotero de gobiernos que, desde 2015, atacaron los salarios de la clase trabajadora o no se dieron políticas para revertir su caída. Y en el gremio de prensa, muchos años de paritarias a la baja, a espalda de los trabajadores y las trabajadoras, generaron que en la actualidad tengamos las escalas salariales más bajas.
En última encuesta de SiPreBA, que reúne más de mil casos de periodistas, mas del 70% respondió tener salarios por debajo de la línea de pobreza. En 2023 esa cifra estaba en 46%. Esto generó que más del 50% del gremio tenga dos, tres o más trabajos para sobrevivir, lo que desorganiza la vida, generando distintos tipos de dificultades personales y familiares, y afecta el trabajo periodístico.
Esto también atenta contra la capacidad de organizarse en los lugares de trabajo, de participar de las instancias de discusión y deliberación, así como de medidas de fuerza como movilizaciones. Por eso debemos tener creatividad para generar instancias de diálogo e intercambio con todos los compañeros y compañeras que representamos. El delegado y la delegada deben tener presencia en el día a día junto a los compañeros y compañeras de su empresa y hacer el esfuerzo por unir a todos los sectores y sus demandas.
A veces la tarea de representación gremial es ingrata, porque hay quienes no participan en medidas o acciones y sin embargo demandan que se le resuelva lo que sólo se puede resolver mediante la lucha colectiva. Debemos ser pacientes, nunca enojarnos ni encontrar en la falta de participación un argumento para no realizar determinado reclamo. Pero a la vez debemos ser conscientes de que la única medida efectiva es la que se hace de manera masiva. Por eso debemos esforzarnos por construir canales de diálogo, intercambio y resolver colectivamente los pasos a seguir ante cada conflicto.
Como delegados y delegadas representamos tanto a nuestros compañeros y compañeras como al
sindicato. Es decir, en el lugar de trabajo el delegado y la delegada es el sindicato. Eso nos exige tener un canal de diálogo permanente con la empresa para abordar las problemáticas de cada compañero y compañera y velar por los intereses colectivos, no individuales. Cada acción que se define debe procurar representar al conjunto.
Partiendo de esa premisa, hay casos en los que, por una cuestión de tiempos o de característica de la medida o situación, la comisión interna junto al sindicato debe tomar una definición. Cuando existen irregularidades en una empresa, nunca se deben tomar acciones individuales, ni gremiales ni políticas ni legales. En primer lugar, debe iniciarse un proceso de construcción de la demanda desde el sindicato y la comisión interna con el conjunto de compañeras y compañeras del sector o del medio afectado. Luego exponer esa situación ante la empresa. Y en el caso de que no haya respuesta iniciar un proceso de lucha, siempre junto al sindicato y de acuerdo a las pautas planteadas en la Guía que se encuentra en esta edición.
Las acciones legales deben ser definidas colectivamente y en pos de fortalecer el proceso gremial. Una acción legal que no está respaldada gremialmente es la negación de la construcción sindical y del proceso de organización que apostamos a construir. Por lo tanto, como sindicato, no coincidimos con el hecho de realizar acciones judiciales que estén por fuera de la política sindical que se define de manera colectiva.
Los delegados y las delegadas tiene fueros gremiales para velar por los intereses de sus compañeros/as y del sindicato como ámbito que condensa los intereses colectivos, pero no por los propios de manera individual. Es importante aprovechar la tutela sindical y derechos como la licencia o francos gremiales para llevar adelante las tareas que requiere ser delegado/a, como participar en reuniones, capacitaciones, acciones o medidas de lucha. Pero no debe utilizarse esa condición de representante gremial para cuestiones personales, como ausencias que no se corresponden con la tarea gremial o planteos particulares, a no ser que sea parte del conjunto por el que se llevó adelante determinada demanda.
Por ejemplo, si se exige una recategorización para un sector y el delegado es parte del mismo, es central que sea recategorizado como el resto y no sea discriminado. Pero a la vez, si por ejemplo existe un proceso de eliminación de puestos de trabajo mediante “retiros voluntarios”, el delegado no debe negociar su salida, menos aún aprovechar la tutela sindical para mejorar el acuerdo salarial.
Como veremos a continuación, existen distintos tipos de acciones gremiales, por sector o medio, por rama o del conjunto del sindicato. Desde SiPreBA tenemos la convicción de que sólo con la unidad del sindicato a través de su Comisión Directiva, el plenario de delegados y delegadas y las asambleas en los lugares de trabajo, es que podemos impulsar demandas que se cristalicen en derechos conquistados. Por eso es fundamental esa unidad y esa interacción constante entre los diferentes ámbitos organizativos.
La negociación colectiva, la lucha por salarios y la defensa de una sociedad informada
En 2023, el SiPreBA conquistó la personería gremial tras años de construcción gremial en los lugares de trabajo, un proceso que se inició antes del plebiscito en 2014, cuando decidimos fundar nuestro sindicato, hecho que se concretó el 7 de junio de 2015. La unidad de los delegados y delegadas de prensa escrita, radial y televisada, con sus plenarios autoconvocados, dieron nacimiento a nuestra organización gremial que inmediatamente se propuso representar al conjunto de trabajadores y trabajadoras de la actividad.
Por eso llevamos adelante cada conflicto con las asambleas de cada medio, realizando las acciones gremiales que se definían colectivamente y las denuncias institucionales pertinentes, en el Ministerio de Trabajo o en otros ámbitos institucionales tanto a nivel local como internacional. De la misma manera, denunciamos la pasividad del viejo sindicato en las paritarias y su entrega del salario, solicitamos audiencias a la cartelera laboral y a las cámaras empresariales, sin tener respuesta, para ser parte de la negociación salarial y de otras cuestiones como la salud laboral, por ejemplo en el marco de la pandemia, cuando propusimos protocolos de trabajo ya que nuestra actividad se declaró esencial. También realizamos propuestas para regular el teletrabajo y otras nuevas formas de trabajo periodísticas.
A la vez, construimos la unidad con los gremios de prensa de todo el país como parte de la FATPREN, con sindicatos de la comunicación y del movimiento obrero general, como parte de la CGT y en unidad con las CTAs, así como con movimientos de trabajadores desocupados y de la economía popular.
El hecho de haber conquistado la personería gremial nos permitió, hacia la segunda mitad de 2023, comenzar a llevar adelante las discusiones paritarias junto a los plenarios de delegados y delegadas de prensa escrita, radial y televisada. En el caso de la televisión, no existían paritarias de prensa desde la década de 1980, lo que nos dificultó el inicio de la discusión. En la actualidad, logramos que todos los canales con convenio de prensa unifiquen escalas, mejorando la situación de medios que tenían una situación adversa, sin que ningún trabajador de otro canal se vea perjudicado. Sabemos que la paritaria no es sólo la discusión salarial, por eso propusimos a las cámaras diferentes ejes para abordar las condiciones laborales, hecho que nos permitió, por ejemplo, lograr mejorar el ítem antigüedad en el caso de la radio, ya que prensa era la única actividad de la rama que pagaba un 2% mientras que el resto percibía un 3%.
En la actualidad, la problemática salarial es la más importante a la hora de trazarnos objetivos para esta etapa. Luchar por condiciones laborales y salariales dignas en prensa es también luchar por el derecho a la información de toda la sociedad. Esta tarea se vuelve central frente a un gobierno nacional como el de Javier Milei que permanentemente agrede a periodistas y a cualquier voz crítica, ataca a los medios en los que trabajamos, desfinancia los medios comunitarios, silencia los medios públicos y de esa manera busca destruir el conjunto de una actividad que cumple un rol social fundamental para la democracia como es la comunicación.
Lo que no se regula lo define el mercado
La acción gremial no debe reducirse a la lucha por el salario, ni exclusivamente a cuestiones defensivas como pelear por las fuentes de trabajo o sostener los derechos conquistados. En una actividad como la nuestra, en constante transformación en las formas de producir y consumir noticias, debemos promover la discusión sobre nuevas formas de regular nuestra actividad para ampliar derechos y mejorar nuestro oficio. Las normas laborales que regulan el trabajo en prensa datan de 1975 o antes, la tecnología revolucionó las comunicaciones y por eso debemos ser quienes trabajamos en los medios y verdaderamente conocemos cómo se ejerce el oficio y qué necesidades tenemos, quienes debemos realizar propuestas para resguardar nuestras tareas. También para abordar las nuevas formas de comunicación como canales de stream y plataformas.
Somos conscientes de que lo que no se regula lo regula el mercado –las empresas– y eso siempre es en perjuicio nuestro. Sabemos también que hay muchos periodistas en canales, portales, radios, diarios y revistas que trabajan de manera precarizada, que sus empleadores no respetan estas normas. Revertir eso es una tarea de nuestro sindicato que sólo podremos hacer en conjunto con los trabajadores y las trabajadoras de cada sector.
En el caso de las grandes plataformas multinacionales, tenemos que profundizar el debate sobre su regulación, un tema que excede a la actividad de prensa e incluso al ámbito nacional, por eso venimos construyendo junto a sindicatos de la región y con la Federación Internacional de Periodistas. Paralelamente a este manual que reúne nuestras principales leyes laborales, lanzamos un dossier sobre regulación de plataformas como disparador de esta discusión estratégica.
El sindicato, las comisiones internas, las asambleas y los plenarios de delegados y delegadas, también deben ser un ámbito para abordar todas estas cuestiones.
Por todo esto, compartimos una nueva compilación de las leyes que regulan nuestro oficio: el Estatuto del Periodista, sancionado como decreto en 1944 y votado por el Congreso de la Nación en 1946, ley 12.908; el Convenio Colectivo de Prensa Escrita y Oral 301/75, el Convenio Colectivo de Prensa Televisada 124/75 y el Convenio Colectivo de Prensa Escrita de FATPREN para los diarios del interior, 541/08. A eso sumamos una breve guía práctica para los delegados y las delegadas de las comisiones internas.
Comisión Directiva del Sindicato de Prensa de Buenos Aires
Octubre 2024