El Sindicato de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires repudia la brutal represión ordenada por el gobierno de Mauricio Macri, que volvió a ensañarse con los trabajadores de prensa, y exige la inmediata dimisión de la responsable política de los disparos con balas de goma y los gases arrojados por Gendarmería y Policía Federal. Viernes 15 a las 8 en México 441, 2º “D”.
El Sindicato de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires repudia la brutal represión ordenada por el gobierno de Mauricio Macri, que volvió a ensañarse con los trabajadores de prensa, y exige la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, responsable política de los disparos con balas de goma y los gases arrojados por Gendarmería y Policía Federal. Repudiamos además el cinismo y exigimos una retractación pública del jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien afirmó suelto de cuerpo en conferencia de prensa que los periodistas heridos en realidad “fueron agredidos por los manifestantes”.
Con la presencia de compañeros heridos en esta jornada de protesta, el SiPreBA llama a conferencia de Prensa a realizarse el viernes 15 de diciembre a las 8 en la Casa de l@s Trabajadorxs de Prensa, México 441, 2º”D”, San Telmo.
Los reporteros gráficos que cubrieron la masiva movilización para frenar la ley de precarización jubilatoria fueron una vez más blanco predilecto de las fuerzas represivas con las que el gobierno militarizó los alrededores del Congreso para intentar aplacar el rechazo que genera su política económica.
Pablo Piovano, reportero gráfico free lance, de larga trayectoria en el diario Página/12, recibió diez balazos de goma en el pecho y la panza disparados por un agente de la Policía Federal. “Estaba sobre Rivadavia y Montevideo, un policía me vio con mi cámara en mano y me disparo a medio metro, estaba con mi cámara y con los ojos casi sin ver, recuperándome de los gases, y me dispararon”, contó el compañero, que tomaba fotos de un pelotón policial al momento del ataque y que terminó hospitalizado.
El reportero gráfico Germán García Adraste, de Clarín, recibió cuatro balazos de goma cuando, pretendiendo registrar lo que sucedía, fue alcanzado por los disparos.
La policía también disparó con balas de goma sobre el pecho de Federico Hauscarriaga, corresponsal de ANRed, integrante de la Red Nacional de Medios Alternativos.
Leandro Teysseire, fotógrafo de Página/12, también fue herido con una bala de goma en el abdomen mientras hacía su trabajo en plaza Congreso.
En el interior del Congreso tampoco faltaron matones al servicio del gobierno respondiendo con violencia a los trabajadores de prensa. Cuando la sesión ya se había levantado, un sujeto que dijo ser “jefe de seguridad de Diputados” pero se negó a identificarse pretendió sacar por la fuerza del recinto a dos periodistas que tomaban nota de una reunión de pasillo entre Elisa Carrió, Graciela Camaño y Marco Lavagna. Ante la negativa de los periodistas, le pegó un cabezazo en la frente al compañero Nicolás Fiorentino, editor del portal Letra P, ex trabajador del diario Crítica.
Guido Rodríguez, camarógrafo de C5N, recibió un balazo de goma en la zona abdominal. Y un cronista de América TV también resultó herido, lo mismo que Pablo Cuarterolo y Marcelo Silvestro, reportero gráfico, ambos de Perfil.
Los vergonzosos episodios protagonizados por las fuerzas que responden a la ministra Bullrich no hacen más que confirmar el rumbo que comenzó a insinuarse con el “protocolo” que pretendía encerrar a los reporteros gráficos en un “corralito”, apenas iniciada la gestión Cambiemos, y que también incluyó la detención arbitraria de trabajadores de prensa en la marcha del 1º de septiembre, al cumplirse un mes de la desaparición de Santiago Maldonado.
Vale destacar que esos compañeros, a quienes el gobierno pretendió criminalizar, fueron desprocesados por la Cámara Federal porteña como consecuencia de la lucha y de la solidaridad del SiPReBA y numerosas organizaciones hermanas del campo popular que concebimos un periodismo al servicio del Pueblo y de su libertad de expresarse.