El martes 1/10 por la mañana, en la sede del Sindicato de Prensa de Buenos Aires, se llevó adelante una asamblea extraordinaria que debatió y votó la expulsión de Patricio Klimezuk de su condición de afiliado del sindicato. La resolución adoptada es resultado de un proceso extenso, con debates internos, que no estuvo ajeno a errores y desaciertos, pero que de alguna manera ha desembocado en esta decisión después de la lucha de mujeres y compañerxs que, individual y colectivamente, han peleado y lo siguen haciendo por la erradicación de la violencia de género de nuestra organización sindical.
Por esos errores y desaciertos es que en la asamblea primó un espíritu de autocrítica, pero también de profundo compromiso con esta problemática, de voluntad de debate abierto y democrático, de aprendizaje y de nunca perder el objetivo de lo prioritario de la defensa de nuestra herramienta colectiva.
En el camino de que el SiPreBA sea una organización sindical libre de violencia contra las mujeres y disidencias es que, además de la expulsión de Klimezuk, se ratificó que se avance con una serie de medidas que incluyen la presentación del Protocolo de Actuación contra la Violencia de Género el próximo 28 de octubre, un proyecto de Licencia por Violencia de Género para presentar ante las empresas y, por último, una modificación Ad Hoc del estatuto -actualmente en trámite en el Ministerio de Trabajo- con el objetivo de incorporar la figura de la violencia de género a las “faltas graves” de nuestro régimen de sanciones.
La asamblea sirvió además como un espacio de debate e intercambio entre lxs afiliadxs, después de que miembros de la comisión directiva compartieran los detalles de todo el proceso.
En el año 2016 la Secretaría de Mujeres y Géneros recibió una denuncia de una compañera afiliada al sindicato contra el entonces candidato a secretario Gremial, Patricio Klimezuk. Después de trasladar el caso a la Comisión Directiva, esta resolvió suspenderlo de sus funciones hasta tanto se consultara a expertas y se le diera tratamiento a la denuncia. Durante los tres meses siguientes, se sostuvieron numerosos encuentros y se realizaron diferentes consultas a especialistas, entre otras, miembros de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres -organismo dependiente de la Procuraduría General de la Nación-.
En ese entonces, siguiendo con el asesoramiento en la temática que se había recibido, se resolvió por mayoría su reincorporación pero contemplando a su vez otras medidas. Entre esas se dispuso la realización de un protocolo contra la violencia de género (el cual se confeccionó inmediatamente y se puso en práctica en su versión provisoria) y la organización de capacitaciones sobre este tema, con el objetivo de que el gremio debata esta problemática -y de las que el denunciado debía participar obligatoriamente-. Asimismo se publicó lo sucedido en la página web del sindicato. Ante estas instancias que se le plantearon, el denunciado directamente presentó la renuncia a su cargo en el sindicato, sin participar nunca de lo resuelto por la Comisión Directiva.
En diciembre de 2018, en el marco del conflicto de Télam por los 357 despidos, la Comisión Directiva tomó conocimiento de nuevos casos de reincidencia grave por parte del denunciado, además de la usurpación de cargos sindicales a los que previamente había renunciado. Esto derivó en una decisión conjunta de formalizar su separación -que ya era efectiva-, lo cual también se volvió a plantear en el Pre-encuentro de Trabajadoras de Prensa realizado por la Secretaría de Mujeres y Géneros el 24 de agosto pasado. Finalmente y con ese objetivo, después de un periodo en el que el denunciado solicitó una licencia psiquiátrica en su trabajo, la Comisión Directiva resolvió la convocatoria a la asamblea extraordinaria que se realizó el martes 1/10. En la asamblea, compañerxs afiliadxs realizaron diversas críticas y aportes al proceso llevado adelante por el sindicato en torno a este caso.
Casi cuatro años después, somos conscientes de que hemos recorrido un camino con dificultades y que los aprendizajes no se agotaron aquí. Tenemos enormes desafíos por delante; entre ellos multiplicar los espacios abiertos y colectivos como la Secretaría de Mujeres y Géneros, que apuntalen nuestra formación en esta materia y motiven la participación de cada vez más compañerxs. Nuestro punto de partida es la defensa irrestricta de quienes puedan ser violentadas o agredidas, porque tenemos la convicción de que hay que trabajar por erradicar la violencia de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores.