En conferencia de prensa y acompañado por compañeros agredidos, el secretario general del SiPreBA cuestionó ademas el discurso del jefe de Gabinete, Marcos Peña, al que calificó de “cínico” por señalar que los manifestantes habían herido a los trabajadores de Prensa y le pidió una rectificación pública.
El secretario general del SiPreBA, Tato Dondero, junto a representantes de la Asociación de Reporteros Gráficos (Argra), del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y a reporteros gráficos heridos durante la represión frente al Congreso, exigió la renuncia de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, tras la feroz represión desatada el jueves por las fuerzas de seguridad en las inmediaciones del Congreso Nacional cuando los diputados se aprestaban a tratar el proyecto de reforma previsional.
En conferencia de Prensa desarrollada en la Casa de l@s trabajadorxs de Prensa, Dondero aseguró que el jefe de Gabinete. Marcos Peña “es un cínico” y le pidió una rectificación de sus dichos en los que había manifestado que los periodistas que sufrieron heridas de balas de goma habían sido agredidos por los propios manifestantes.
Acompañado por compañeros baleados por la Policía Federal y la Gendarmería Nacional, el líder del SiPreBA advirtió que “no vamos a bajar los brazos, vamos a seguir mostrando lo que pasa”.
Dondero estuvo flanqueado por Daniel Vides, presidente de la Asociación de Reportes Gráficos de la República Argentina (ARGRA), y los fotógrafos Pablo Piovano, y Federico Hauscarriaga, corresponsal de ANRed, integrante de la Red Nacional de Medios Alternativos, entre otros trabajadores de prensa que fueron víctimas de la represión.
Piovano, quien recibió diez disparos en su cuerpo, relatóque “todo el discurso del dialogo no se corresponde con los balazos que recibí y que recibieron tantos compañeros ayer”, a la vez que expresó: “El riesgo a nuestra seguridad, a nuestro derecho a comunicar está siendo lacerado. Se están apagando voces y de esa manera nos quieren disciplinar como fotógrafos, como reporteros gráficos”.
“La violencia policial contra la prensa constituye un grave atentado a la libertad de expresión. No quieren que estemos en la calle haciendo nuestro trabajo, cubriendo las manifestaciones, porque saben que de esa forma no puede asegurarse la impunidad”, advirtió Tomás Eliaschev, secretario de Derechos Humanos del SiPreBA.
Por su parte, Hauscarriaga afirmó que pese a haber mostrado la credencial que lo identificaba como trabajador de prensa, agentes de la Policía Federal le dispararon más de dos veces.
Durante la represión desatada el jueves en las inmediaciones del Congreso Nacional, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, a travñes de sub cuebnta de Twitter, había denunciado que “la brutal represión ordenada por el gobierno de Mauricio Macri volvió a ensañarse con los trabajadores de prensa”.
Además de Hauscarriaga y Piovano, el SiPreBA precisó que el reportero gráfico Germán García Adraste de Clarín recibió cuatro balazos de goma cuando pretendía registrar lo que sucedía. Rocío Villanova, editora de Debate Argentino, sufrió heridas de balas de goma y de gas lacrimógeno; Leandro Teysseire, fotógrafo de Página/12, también fue herido con una bala de goma en el abdomen. Guido Rodríguez, camarógrafo de C5N, recibió un balazo de goma en la zona abdominal y un cronista de América TV también resultó herido, lo mismo que Pablo Cuarterolo y Marcelo Silvestro, reporteros de Perfil.
Dentro del Congreso, el editor del portal Letra P, Nicolás Fiorentino, fue agredido por un sujeto que dijo ser jefe de Seguridad de la Cámara Baja, pero no quiso dar su nombre.
Como venimos denunciando, los vergonzosos episodios protagonizados por las fuerzas que responden a la ministra Bullrich no hacen más que confirmar el rumbo que comenzó a insinuarse con el “protocolo” que pretendía encerrar a los reporteros gráficos en un “corralito”, apenas iniciada la gestión Cambiemos, y que también incluyó la detención arbitraria de trabajadores de prensa en la marcha del 1º de septiembre, al cumplirse un mes de la desaparición de Santiago Maldonado.