Durante 2018 las trabajadoras y los trabajadores de la Agenciafueron protagonistas de una batalla en defensa propia y en defensa de la comunicación pública que mostró sus mejores cualidades: la solidaridad, el acompañamiento y la preocupación por el destino de sus compañeros. Por el contrario, Pousá, Carpena, Cash, Villoldo, Cañevsky, Blanco, Sartori y Capalbo serán recordados como los nombres de la infamia.
Télam: un año menos de la peor gestión en la historia
Los fines de año son las fechas en las que se mira para atrás y se trazan balances sobre lo transcurrido, lo hecho y lo que quedó pendiente. Como es evidente, 2018 no fue un año más para las trabajadoras y los trabajadores de la Agencia Télam. Por el contrario, fuimos protagonistas de una pelea mayúscula, una batalla en defensa propia y en defensa de la comunicación pública que mostró lo mejor de nosotros: la solidaridad, el acompañamiento y la preocupación por el destino de nuestros compañeros.
En contraste, el año termina con los funcionarios y los alcahuetes de la peor gestión de la historia refugiados en una supuesta redacción; alejada de las noticias, de los escenarios políticos y de las vivencias de quienes día tras día sostenemos a esta agencia. Aislados. Dialogando con su propio ombligo. Engrosando sus chequeras.
2018 será el año en el que los y las trabajadoras de la Agencia Télam nos pusimos de pie y le pusimos freno a un Directorio que se quiso llevar puesta nuestra vida. Parece una frase grandilocuente. Lamentablemente, su sentido es literal.
Rodolfo Pousá, Ricardo Carpena, Magdalena Cash, Carlos Villoldo, Carlos Cañevsky, Elisabeth Blanco, Luis Sartori y Daniel Capalbo serán recordados como los nombres de la infamia, como aquellos que elaboraron un plan de despidos masivos y de destrucción de la agencia pública de noticias que tuvo entre sus hitos, estas medidas:
– 357 despidos.
– Cierre de corresponsalías.
– Cierre de los lactarios.
– Incumplimiento de los aumentos salariales contemplados en el estatuto de la agencia pública.
– Cierre del comedor.
– Desactivación de los proyectos de radio.
– Profundización del desguace del sector publicitario. Su ilegal traslado a Jefatura de Gabinete.
– Desconocimiento de horas extras trabajadas.
– Suspensión de coberturas en el exterior para el supuesto ahorro de francos compensatorios.
– Abandono absoluto del edificio de la avenida Belgrano.
– Descuentos ilegales de salarios por días de huelga.
– Abandono del edificio de la calle Defensa.
– Apertura de la sede Tecnópolis sin las condiciones elementales de trabajo.
– Intento de desplazar a corresponsales en el exterior para reemplazarlos por colaboradores eventuales.
– Destrucción del área de Logística y Coordinación de la Gerencia de Periodismo.
– Licenciamiento de la mayoría inmensa de los periodistas durante la Cumbre del G-20.
– Sanciones disciplinarias injustificadas contra cronistas y editores.
– Incumplimiento del protocolo de violencia de género en el ámbito laboral.
– Sanciones contra trabajadoras que participaron de las actividades por el Día de la Mujer.
– Recusación y pedido de juicio político contra los jueces que fallaron a favor de los trabajadores.
– Denuncias penales contra delegados sindicales y trabajadores que participan de actividades gremiales.
– Eliminación de las cajas navideñas.
– Montaje de una agencia “paralela” con una paupérrima calidad periodística.
– “Permisos”, dados por mail, para que los empleados no se presenten en sus lugares de trabajo sin que eso afecte el cobro de sus haberes.
– Recepción de premios para producciones realizadas por el mismo personal que despidieron por falta de idoneidad.
– Cierre de la sección Tecnología.
– Cierres de suplementos (Reporte Nacional, Tecnológico, Agro, infantil, Literario) y fusión de secciones sin ningún criterio profesional.
– Lanzamiento de planes de jubilaciones anticipadas jamás concretados.
– Falta de planificación periodística que dejó a la agencia fuera de la cobertura de algunas de las noticias más importantes del año: Cumbre de Davos, el Mundial de Clubes, las elecciones en Paraguay, la asunción del presidente mexicano Andrés López Obrador en México, la gira del Papa por Perú, etc, etc.
– Censura permanente y sistemática.
Ese cuadro no los deja lugar para la neutralidad.
Renovamos nuestro compromiso con los derechos de todos las trabajadoras y los trabajadores de Télam y les deseamos, a los que defienden la agencia pública de noticias y publicidad, felices fiestas.
Comisión Gremial Interna Télam – SiPreBA