El jueves 14/7, a las 17:
¡Todos desde el Obelisco a Plaza de Mayo!
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), tal como se expresó en la masiva Asamblea General del martes 5, respalda a los trabajadores de Tiempo Argentino y Radio América y exige, una vez más, que los distintos poderes del Estado y sectores del gobierno -además de manifestar su solidaridad con los trabajadores de ambos medios y de rechazar la violencia de la patota del empresario Martínez Rojas como lo han hecho a través de las redes sociales, mensajes y llamados- den respuestas concretas a los reclamos para destrabar un conflicto que ya lleva siete meses.
A su vez, señala la preocupación por las palabras del presidente de la Nación, Mauricio Macri, quien condena la supuesta “usurpación” por parte de los trabajadores de prensa cuando con la permanencia pacífica en la redacción de Amenábar 23 no hacen otra cosa que defender sus puestos y herramientas de trabajo, tal como lo asignó la misma cartera laboral. Con sus declaraciones, el Presidente equipara a los trabajadores que defienden sus puestos de trabajo con las patotas y los vaciadores.
El conflicto de Tiempo Argentino, Radio América y todo el Grupo 23 es consecuencia de un vaciamiento llevado a cabo por los empresarios Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y Darío Richarte. Szpolski contó con la venia y la millonaria pauta del gobierno anterior, algo que no puede ocultarse y que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner admitió al ser interpelada por lxs compañerxs en su visita al edificio.
Nuestro sindicato está compuesto por miles de trabajadores y trabajadoras entre los cuales hay una inmensa heterogeneidad de ideas políticas, de militancia partidaria y social y de concepciones diversas. La única definición que nos cabe es que somos un sindicato construido, hecho y dirigido por trabajadores, y que no responde a ningún gobierno ni a ningún patrón.
Desde ese lugar de autonomía política exigimos las respuestas del gobierno y ratificamos lo que dijimos tantas veces. La pauta que recibió Szpolski de los gobiernos kirchneristas no tiene ninguna relación con los trabajadores de sus medios. Si el actual gobierno nacional quiere acercarse a “la Argentina que queremos” (sic), no pueden ser las víctimas del vaciamiento quienes paguen los costos del mismo.
El actual gobierno debe hacerse cargo en todas las líneas: desde Macri hasta la Secretaría de Comunicación Pública, dirigida por Jorge Grecco, y el ENACOM, que conduce Miguel de Godoy, pasando por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien no ha ofrecido respuestas concretas a este conflicto sindical, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien ha puesto excusas insólitas (“se trata de un conflicto entre privados”) para evitar intervenir. Conviene aclarar que si hay custodia de Prefectura en el edificio de Amenábar 23 es por una denuncia de los trabajadores ante la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), del Ministerio Público. Hasta ese momento, la misma Policía Federal sospechada de complicidad en el ingreso de la patota estaba a cargo de la seguridad.
Richarte, socio de Szpolski, es el vicepresidente 3º de Boca Juniors que preside Daniel Angelici. A su vez, Juan José Galea, ex miembro de la SIDE y actual miembro de la AFI, es el contador del multimedios dirigido por Szpolski. Los vínculos son directos, con el anterior gobierno y el FPV, partido por el cual el empresario fue candidato a intendente de Tigre, y con el gobierno actual, que por sus acciones (o inacción) pareciera apañarlo.
Nadie puede mirar para el costado. No alcanza con la solidaridad. Se necesitan respuestas concretas urgentes.
En busca de esas respuestas, realizamos una radio abierta el próximo lunes 11 de julio, frente a los Tribunales porteños de Beruti 3345 (y Coronel Díaz) para respaldar el pedido de los trabajadores para que la causa penal pase a a justicia nacional.
Y el jueves 14, a las 17, convocamos a toda la población, a los organismos de derechos humanos, a los sindicatos y partidos políticos, a las organizaciones sociales y estudiantiles, a movilizarse del Obelisco a la Plaza de Mayo para repudiar este brutal ataque a la libertad de expresión y las libertades democráticas, exigir una investigación a fondo y reclamar al gobierno las acciones concretas que permitan preservar los puestos de trabajo.