Hasta las estadísticas molestan al director de la radio, Fernando Subirats. A través de los históricos subgerente periodístico, Marcelo Marino, y jefe de Informativo, Hugo Almeida, relevaron de su responsabilidad a un jefe de turno por difundir un cable de la agencia oficial Télam que consignaba la caída de la producción automotriz. Jamás nada queda por escrito. La censura, los aprietes siempre son verbales: -“¿che en qué interna andás?”.
Ahora amenazan con levantar el panorama de la tarde y en su lugar emitir lo que ellos denominan panoramas regionales”, cuyo contenido es fiscalizado por los directores de esas emisoras obedientes al partido de gobierno.
Los aprietes se repiten. Una semana antes, el mismo Marino informó del malestar que le ocasionó a Subirats el contenido del panorama referido a la polémica provocada por el auge de las segundas y terceras marcas (“cuchuflito y pindonga”) y donde se cuestionó la emisión de un audio de Víctor Fera (dueño de Maxiconsumo) que fue producido por el programa de Romina Manguel. Esa misma semana también existieron aprietes por el envío de un móvil a Plaza de Mayo para cubrir el denominado “alimentazo” y el cronista que realizó esa cobertura a partir de ese momento pasó a realizar noticias policiales, quedando un solo móvil en ese turno. Tiempo atrás, un locutor que dijo “fotocopias de los cuadernos”en el panorama de la tarde fue separado de la lectura.
La censura ya es rutina en el informativo de Radio Nacional. Al cumplirse el segundo aniversario de la desaparición de Santiago Maldonado, se envió un móvil a Plaza de Mayo, pero no emitió informes. Se le pidió a la cronista que permanezca en el lugar solo para cubrir eventuales incidentes. Tampoco se cubrió la marcha de San Cayetano y no se emiten informes sobre el mercado cambiario cuando sube el dólar. Especialmente por la mañana cuando la vigilancia del aire es más férrea no se escucha en los boletines y en los panoramas nada de los distintos hechos de conflictividad social que se incrementan día tras día. Cuando se habla de la oposición es con la intención de denostarla al reproducir solo voces del oficialismo.
Casi todos los turnos vienen sufriendo un vaciamiento sistemático de contenido y de personal. De tres cronistas que había por la tarde quedó uno solo y no se cubrieron puestos de trabajo como el de acreditado en Casa de Gobierno o de productor del Informativo.
La censura no es noticia en Radio Nacional. Bregamos por una Radio Pública amplia y profesional que refleje la realidad del país de todos, y no sea una vulgar propaladora de noticias que solo agradan a unos pocos, las minorías en beneficio de cuyos intereses parece trabajar exclusivamente el actual gobierno.
Comisión Interna SiPreBA en Radio Nacional