La situación de quienes trabajamos en prensa es crítica. Pero la peor parte se la llevan colaboradores permanentes, eventuales, freelance y quienes facturan sus tareas. En Clarín, como en muchos otros medios, se los usa de manera fraudulenta. En su mayoría colaboran hace años y sobrepasan (a veces, por cientos de notas) las 24 colaboraciones anuales que el Estatuto del Periodista impone como límite. La empresa se hace la distraída y no efectiviza. De esta manera, traslada el riesgo empresario de la fluctuación de trabajo a sus trabajadores. Porque ahora que entramos en una crisis, caen las cantidades de páginas (y por consiguiente de notas) y quienes trabajan en esa modalidad se quedan sin sustento. Una relación laboral encubierta, que en “las malas” la empresa decide desconocer, sin ninguna compensación
Por eso, siguiendo un mandato de asamblea, hicimos un relevamiento de colaboradores y freelances de Clarín/AGEA. Los resultados y testimonios dan cuenta de la situación crítica que atraviesan.
Estos son los principales problemas de una emergencia que debe ser enfrentada de inmediato:
Caída del valor de la colaboración
Si bien el atraso salarial es moneda corriente para les trabajadores de prensa, en el caso particular de colaboradores y freelance las tarifas pagadas por colaboración ni siquiera se ajustan a la magra paritaria. En los últimos años el pago por colaboración en Clarín/AGEA sufrió una vertiginosa depreciación. Si en junio de 2017 un trabajo se pagaba $800, con un dólar a $16,28, el equivalente de esa colaboración era de US$ 49,14. Ahora en junio de 2020 se pagan $1.500 por el mismo trabajo, pero equivalen a US$ 20,80 según la cotización oficial de $72,05.
Atraso en las fechas de pago
Las magras retribuciones se ven aún más disminuidas por el retraso para cobrar. En un contexto inflacionario, eso merma la ya debilitada capacidad de compra de los salarios. Los colaboradores y las colaboradoras denuncian que los pagos se están espaciando cada vez más, algunos llevan más de cinco meses sin cobrar tras haber entregado sus trabajos. Esto implica a su vez tener que pagar intereses en sus propias cuentas y servicios por la imposibilidad de afrontar los pagos en los tiempos previstos. Este es un inconveniente burocrático de exclusiva responsabilidad de la empresa y a la medida de sus intereses. Por eso, exigimos que los pagos se efectivicen en el término de 30 días de entregada la colaboración.
Interrupción de la continuidad laboral
El 71% afirma que su volumen de trabajo se redujo durante el último año. La caída es constante desde 2016. Pero en los últimos meses, producto de la pandemia, en muchos casos directamente dejaron de ser convocados para trabajar. Cero pedidos de colaboraciones, igual cero pesos de salario. O sea, un despido encubierto, en medio de una crisis sanitaria y económica sin precedentes. Por eso, uno de los reclamos más repetidos es por la continuidad laboral de colaboradores y freelance. Deben volver a trabajar.
Falta de efectivización de quienes pasan las 24 colaboraciones
Como venimos reclamando, la empresa debe efectivizar a quienes facturan y han alcanzado las 24 colaboraciones anuales, encuadrándolos como “Colaboradores Permanentes. Hay casos donde les trabajadores son obligados a facturar bajo la figura de “Proveedor”, lo cual los asemeja a una empresa que provee artículos de librería y, en consecuencia, los inserta en una cadena de pagos de 60, 90 días o más. Esto debe ser corregido.
Precarización laboral
Además de la depreciación de las tarifas, la falta de pago y el cese de colaboraciones, otra constante es la demanda de condiciones de trabajo dignas. Exigimos lo que la Constitución otorga como derecho a todo trabajador: vacaciones pagas, aguinaldo, cobertura de salud, ART, etcétera.
Herramientas de trabajo
Colaboradores permanentes, ocasionales y freelance incluso deben poner sus propias herramientas de trabajo. Esta precarización se trasluce en una transferencia de costos desde la empresa hacia ellos. Pagan sus viáticos, teléfono, conexión a internet, herramientas como computadoras, cámaras, impresoras y un largo etcétera que no se les reconoce en las atrasadas tarifas que cobran.
Pagar para acceder a la web del diario
Como corolario de una serie de precariedades, les colaboradores y freelance se ven obligados a pagar el Paywall (muro de pago) del propio diario para el que escriben. Como venimos reclamando, no se puede seguir pagando para trabajar. Urge la necesidad de proveer de acceso a los productos pagos de AGEA, así como los de otros medios.
Ante este diagnóstico, con el apoyo de las asamblea y el SiPreBA, reclamamos para colaboradores y todo tipo de freelance:
- Continuidad laboral en el mismo volumen que tenían hasta marzo 2020.
- Saldo de todas las deudas y regularización en los tiempos de pagos, con no más de 30 días plazo tras la entrega del trabajo.
- Actualización de las tarifas en todas las contrataciones informales, con un mínimo para el pago de colaboraciones del 10% de la categoría de redactor del CCT 301/75 y el respeto del tarifario de ARGRA.
- Regularización de quienes deban ser encuadrados como colaboradores permanentes.
- Reconocimiento de los costos en viáticos y equipamientos.
- Acceso gratuito a los productos y publicaciones de AGEA, incluyendo la tarjeta 365.
Comisión Interna Clarín/AGEA – SiPreBA
30 de junio de 2020